domingo, 20 de noviembre de 2016

XXXI. VIENTO DE CEDRO

Ha crecido el camino a la espalda;
aún no llega rumor del mar cierto,
mas los músculos impugnan
su anonimato con dolores nuevos.

El poso es cuerpo y costumbre
sin la brida de las palabras;
remembranza sin el órdago de piel
que desatan los encuentros.

No hay escapatoria a los lados
apurando el residuo de potencia
que dejan los hechos consumados,
ni labranza de tahúr que valga.

2 comentarios:

  1. Juraría un servidor que ese poema va/iba dedicado a don Gandumbas.

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  2. Diría “ bellísimo " ...pero es como una imagen mía en un espejo.

    Diría “ melancólico " ...¡pero es tan cruda la metáfora del poema!

    Mejor que se imponga el silencio sobre la belleza y la melancolía.

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